lunes, 28 de julio de 2008

Mi libertad acaba donde empieza la tuya...

y viceversa, no se puede ir contra esta norma, y no se puede ir simplemente porque eso sitúa la libertad de uno sobre la de otro.

Una medida que se quiere implantar en Galicia se pasa por el forro de los cojones ésto.

Y se lo pasa simplemente porque se quiere dar más importancia a algunas cosas sobre las otras, la verdad es que se puede pensar en los dos casos.

La medida consiste en atender en los comercios en el idioma, oficial se entiende, que el cliente use.

La llamada: LEI DO COMERCIO (Ley del comercio)

Esto nos pone en:

Caso 1: el caso del castellano hablante que entre en una tienda de la Galicia profunda en la que el vendedor sólo usa correctamente el gallego para expresarse, con lo cual se le pone en la situación de tener que forzar al hablar, y sé que los gallegos son españoles y tienen la obligación de conocer el castellano, pero esto a veces no es suficiente, y por tanto la transacción puede realizarse de mala gana.

Caso 2: entra un gallego hablante en un establecimiento donde el vendedor no emplea el gallego NUNCA y por tanto suceda lo mismo que en la primera situación, forzar a una persona a usar una lengua que no le es propia y por tanto generar rechazo.

Esto simplemente es un intento de legislar lo que no hace falta, un intento de tocar los cojones, el caso es que se intenta obligar a una situación desagradable, porque, como siempre, se impide la libre circulación de la gente, se obliga a que un señor de Cuenca ,que ha montado su negocio en Galicia por lo que sea, tenga a un vendedor local por cojones, porque al menos uno deberá conocer el gallego o se obliga a un señoriño, o no tan señoriño, que usa el gallego como idioma el 100% del día a expresarse en castellano cuando ésto le cuesta o no le sale de los huevos.

Es una medida de mierda porque no va a dejar contento a nadie y sólo vale para hacer ver a los nazionalistas que se hace algo.

El problema de ellos es que sólo ven la segunda situación, que es la que les gusta, y se corren pensando en la confrontación, en las hojas de reclamaciones y en el salir en los periódicos diciendo que si tal comercio o tal otro les han tratado mal porque no les hablaron en su lengua.

Como bien han dicho los comerciantes, esta ley sólo trae problemas y no beneficia en modo alguno ya que el dinero no entiende de idiomas.

Y éso también lo tengo claro porque cualquiera que vaya a Estados Unidos, como mi madre, puede comprar un Ipod Touch de 16 Gb sin tener ni puta idea de inglés.

1 comentario:

Ciro III dijo...

Umm, veo que se está llevando el tema al extremo, una pena.

¿Que empresas contaminan más?

¿Que empresas contaminan más?